¿Qué es arte?
El artista, como artista, tiene que vivir para el arte y no del arte, en el momento que se vive del arte y no para el arte, el arte deja de ser arte, puesto que el arte es según la real academia : Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
El mundo de las artes, de la cultura o como algunos llaman propiedad intelectual se ha convertido un negocio controlado por grandes multinacionales, empresas, etc.
En el momento que se convierte en un negocio, lo importancia reside en la venta, no en la expresión de sentimientos en sí, por ello dejamos de tener arte para encontrarnos en un mundo de espectáculo, en el que importa más destacar, tener una buena imagen y hacer parafernalia que el simple arte o la expresión de las emociones. Sin ir más lejos, en el ámbito de la música en especial encontramos individuos como pueden ser Justin Biber o Lady Gaga entre otros que viven del espectáculo, hacen música comercial aun que no tenga nada que ver con ellos mismos, y son más famosos por sus actos o su imagen que por su propia forma de expresarse. En cambio, si, al contrario, no se hiciera un negocio de todo esto los contenidos culturales mejorarían en calidad y dejarían atrás el circo en el que se han convertido.
También podemos añadir, que artistas como Miguel del Rio y actores de teatro entre ellos viven de sus directos sin tener que echar mano de discográficas ni productoras, que se llevan un 90 % de las remuneraciones económicas, lo que las ha hecho multimillonarias durante todo este periodo.
¿Crea desigualdad?
Actualmente, y en un panorama político de supuesta democracia, la opinión pública mayoritaria debería primar sobre la minoría. Sobre estas líneas cabe destacar que únicamente un 3% de la población se encuentra a favor de esta ley y por el contrario es defendida por el 97% de la población restante (valores aproximados).
Teniendo en cuenta lo dicho, la minoría, proveniente de altas esferas del mundo de la música, espectáculo, cine e incluso político y económico ha decidido imponer su opinión creando la ley Sinde para beneficiarse a costa de los que vivimos para el arte, sin tener en cuenta la opinión del sector público.
Por tanto, esto nos delata, el interés, meramente económico de censurar la cultura y la información, para seguir enriqueciéndose y lucrándose a su costa.
¿Cómo va a cambiar el sistema?
Este sector va a seguir generando riqueza dentro del país, sólo que serán otras personas, las que se lucren de este nuevo sistema, en detrimento de las multinacionales, las discográficas y demás intermediarios entre artista y público, que ya han obtenido excesivo beneficio dentro de estos ámbitos.
En segundo lugar, teniendo en cuenta la declaración de Enrique Cerezo “no existe un derecho a la cultura gratuita…”, podemos determinar que existe un derecho a la información y todo individuo independientemente de su estatus económico debería poder nutrirse de la riqueza cultural de una nación, país o territorio, ya que es lo que hace que ésta evolucione.
Así, el objetivo fundamental de la cultura debe servir para la formación intelectual de los ciudadanos y su evolución en la sociedad y no para obtener beneficios económicos.
